En la actualidad, identificar riesgos es una tarea imprescindible que debe realizarse a través de protocolos de actuación que consideren qué, cómo y cuándo hacerlo, sobre todo si se tiene un alcance internacional.
La gestión de riesgos en la cadena de suministro ha adquirido relevancia en los últimos años debido a la globalización, el incremento en las redes de proveedores, las demandas del mercado y la competencia.
El riesgo en la cadena de suministro se podría definir como un suceso que puede tener un efecto negativo, cuantitativo o cualitativo, en el flujo de producción, transporte y entrega de un artículo. Por lo tanto, la gestión de riesgos consiste en anticipar, identificar, evaluar y mitigar esas posibles interrupciones en todos procesos logísticos.

Estos son los pasos a seguir para gestionar los riesgos en una cadena de suministro. Más adelante se explica cada uno.

  1. Identificación del riesgo
    1. Realizar una lluvia de ideas de los posibles riesgos.
    2. Definir las características de cada riesgo: nivel y alcance.
    3. Llevar un registro de identificación.
  2.  Valoración del riesgo
    1. Realizar un análisis cuantitativo: cuantificar la probabilidad, el impacto económico y la pérdida potencial monetaria, valorar de forma agregada los riesgos principales y crear modelos y simuladores de alcance.
    2. Realizar un análisis cualitativo: revisar la probabilidad de que ocurra el riesgo, clasificarlo, determinar los datos necesarios, crear categorías de identificación y valorar prioridades.
  3. Creación del plan de acción
    1. Desarrollar un plan que indique las acciones que deben hacerse y cuándo hacerlas.
    2. Buscar aprobaciones.
    3. Considerar presupuestos y recursos.
  4. Ejecución del plan de acción (en caso de ser necesario)
    1. Establecer las acciones en un calendario.
    2. Analizar las variaciones en los resultados esperados en caso de que el riesgo haya ocurrido.
    3. Analizar el presupuesto para realizar las acciones.
    4. Mantener reuniones periódicas que considere cambios y nuevos elementos.

Paso 1: Identificación del riesgo

Estos son algunos tipos de riesgos que pueden surgir en cualquier cadena de suministro:

  • Riesgos en aprovisionamiento: relacionados con proveedores, disponibilidad, interrupciones laborales, costos, calidad, plazos, transportes, robos y aduanas.
  • Riesgos en demanda: relacionados con errores en pronósticos, retrasos en entregas, precios, calidad, pérdida de clientes y garantías.
  • Riesgos en procesos internos: relacionados con información, tecnología, seguridad informática, administración de inventario, capacidad, cobranza, atención al cliente, planeación, estrategia, producción y fusiones.
  • Riesgos en el entorno: relacionados con inestabilidad política y económica, infraestructura (carreteras, aeropuertos, etc.), legislación, regulaciones, aduanas, prensa, medio ambiente, desastres naturales, cambios climáticos, fluctuación de la moneda, congestión vehicular y huelgas.

En algunas ocasiones, los riesgos también son causado por factores comerciales, ya que los compradores y vendedores, en su búsqueda de mejores precios, ocasionan riesgos.

Paso 2: Valoración del riesgo

La tasa de riesgo (risk rating) es la valoración que determina la probabilidad y el impacto de que ocurra un riesgo dentro de la cadena de suministro. La probabilidad se refiere a la posibilidad de que ocurra el evento, y el impacto, a la magnitud de la pérdida en caso de que suceda. Su fórmula es la siguiente:

TASA DE RIESGO = PROBABILIDAD X IMPACTO

La combinación de valores de probabilidad e impacto genera una matriz que permite valorar los riesgos y saber qué recursos humanos, técnicos y financieros se ocuparán para mitigar cada riesgo:
Los riesgos bajos se encuentran en la zona verde; los medios, en la zona amarilla; y los elevados, en la zona roja.

Por otra parte, la fórmula para valorar el riesgo de manera cuantitativa —sólo para casos en los que se disponen de datos reales y fiables— es la siguiente:

EXPECTED MONEY VALUE (EMV) = PROBABILIDAD X IMPACTO X COSTO

La diferencia con la fórmula de tasa de riesgo es que la EMV se representa en términos monetarios.

Pasos 3 y 4: Creación y ejecución del plan de acción

Después de haber identificado, clasificado y valorado los riesgos, se debe establecer un plan de acción que garantice la continuidad de las operaciones. Sin duda, tener políticas, procesos y procedimientos contra eventualidades, así como un comité de riesgos, disminuirá considerablemente los posibles efectos negativos.

Un plan de acción debe incluir las instrucciones para restaurar procesos y servicios, y deberá considerar lo siguiente:

  • Impacto real en costos
  • Tiempo de recuperación
  • Responsable de cada tarea
  • Procesos alternativos
  • Socios en la cadena de suministro
  • Otras fuentes de suministro
  • Participantes en la misma industria o sector
  • Seguros, coberturas y fianzas
  • Incoterms aplicables
  • Planes de capacitación

Hay que recordar que el plan de acción no es un esfuerzo de una sola vez, por lo que debe actualizarse cada dos o tres años.

Tecnología para la gestión de riesgos

Para desarrollar mejores estrategias de gestión de riesgos se recomienda invertir en tecnología que agilice e integre los procesos de la compañía con los de los proveedores y clientes. No se trata solo de conectarlos, sino de crear canales de colaboración para incrementar la visibilidad y los controles.

Existen softwares especializados en la administración de riesgos que incluyen herramientas para la gestión documental efectiva, lo que optimiza la comunicación de hallazgos en tiempo real y ayuda a tomar mejores decisiones.

Recomendaciones

Los riesgos que impactan a la cadena de suministro pueden tener efectos catastróficos en el rendimiento de cualquier compañía. Aquí hay algunos consejos para evitarlos o combatirlos de mejor manera:

  • Elegir proveedores 3PL sólidos e internacionales.
  • Reducir el tiempo de envío internacional y las variaciones en el ciclo.
  • Implementar metodologías como Lean o Six Sigma para reducir desperdicios.
  • Contratar seguros.
  • Utilizar herramientas de visibilidad para rastrear envíos.
  • Integrar los sistemas de proveedores, distribuidores y clientes.

A pesar de que la gestión de riesgos no elimina la posibilidad de sufrirlos, sí prepara mejor a las compañías para afrontarlos, sobre todo en ambientes globales y volátiles. Por lo tanto, es recomendable apoyarse con asesores externos para definir las políticas internas y el plan de acción.

 

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